La protesta de la sociedad santarroseña contra la política autoritaria del intendente Juan Carlos Tiernos no decae. Los métodos arbitrarios para imponer políticas públicas, las declaraciones provocadoras, los avances contra la cultura con el intento de cierre del Centro de Cultura y sobre los bolsillos de los vecinos con el “tarifazo”, encendieron a una multitud que todos los viernes marcha contra el mandatario.
A comienzos de enero inició la movilización contra la gestión del intendente Juan Carlos Tierno y cada vez las manifestaciones que resisten a su política autoritaria son mayores.
Múltiples sectores autoconvocados repudian su política de orden y control y sus métodos arbitrarios de imponerlas. Todos se han levantado contra los golpes al sistema institucional y democrático que quiere imponer sin consenso el Presupuesto 2008 y un “tarifazo” del 50% sobre las tasas. Los seis concejales del Frepam, entre los que está nuestro compañero “Pepe” Di Liscia, no dieron quórum en una sesión extraordinaria y esto encendió a la sociedad. No contento, el intendente impuso el “tarifazo” mediante una resolución ilegal.
Los amparos ante la justicia que demostraron la ineptitud y arrogancia de Tierno al pretender gobernar a espaldas del Concejo Deliberante son una muestra de ese estado autoritario que intenta imponer a toda costa.
Poco después, el censo intrusivo, los avances para cerrar el Centro Municipal de Cultura, los operativos parapoliciales en las calles y sobre los comerciantes del centro, provocaron la reacción de la gente que sobrepasando las 3.000 convocados marchan todos los viernes copan la plaza San Martín y protestan hacia la Casa de Gobierno ante un gobernador impávido y cómplice de la situación de gravedad institucional que afecta a la capital de la provincia.
No se recuerda en la historia de Santa Rosa de las últimas décadas un movimiento social de estas características que marche contra el poder público. Pero esta vez, los métodos y la impronta autoritaria del intendente pudo juntar voluntades que de otra manera no se habrían reunido.
Lejos está de amainar esta protesta social. Está instalado en buena parte de la sociedad local el rechazo a los atropellos de los funcionarios públicos de Tierno. Además, aumenta la adhesión de vecinos a este rechazo, incrementando el malestar latente con la ultima facturación que trajo un aumento ilegal y abultado en las tasas.
El nivel de desarrollo en el reclamo de gran parte de la sociedad santarroseña se observa cada viernes. Desde la Casa de Gobierno intentan desactivar el malestar con negociaciones que el propio intendente y sus funcionarios destruyeron con su desmedida soberbia y autosuficiencia.
La repulsa a Tierno ha logrado sumar sectores muy heterogéneos que marchan codo a codo en las calles. Contra el autoritarismo, por la intromisión en los bolsillos y hasta por su pasado de golpeador de mujeres mientras era asesor de Gobierno en la gestión de Rubén Marín y que la policía, la justicia y los diputados del PJ ocultaron en su momento.
Sectores que se oponían por diversos motivos a Tierno fueron activados por los atropellos hacia la sociedad santarroseña y esa bronca encontró su canalización en el avance del intendente sobre las aulas del Centro Municipal de Cultura. se movilizaron artitas locales, conformando su propio foro, organizaciones políticas y sociales convergieron en la Multisectorial, los gremios alternativos no encolumnados con la peronista CGT hicieron su movida.
Varios sectores de nuestra sociedad se suman a las movilizaciones y otras actividades de repudio con un solo objetivo: parar a Tierno.
Son innumerables los aportes a la movilización. Ya sean con identificación social, política o espontáneos. Están los partidos políticos, gremios, grupos universitarios, artistas que ven en Tierno otro avance del Estado sobre sus espacios ganados con años de luchas, los motoqueros, un sector encendido por las medidas de control del tránsito, adolescentes que ven cercenados sus espacios de diversión, jóvenes anarquistas y vecinos enojados que manifiestan contra el golpe a sus bolsillos.
Estos sectores conforman un amplio espectro con una clara definición anti-Tierno a pesar de no coincidir política ni ideológicamente en muchas otras posiciones y que no tiene una dirección única. Es que su fortaleza y su punto de convergencia es: Fuera Tierno.
En las últimas semanas Tierno pareció “bajar los decibeles”, pero su falta de exposición fue sólo una ilusión: espionaje a periodistas, familiares de funcionarios ubicados en altos cargos y mentiras a la gente sobre lo que ocurre en la municipalidad son parte de un gobierno descontrolado.
El celo y poco tacto de sus funcionarios y empleados hicieron el resto como lo demostró la histérica exaltación del viceintendente Luis Martínez durante la reunión entre los concejales del PJ y el Frepam para acercar posiciones, el desmedido y arbitrario secuestro de un vehículo por el director de Tránsito Gastón Lang o hasta el inspector que quiso confiscar la moto a un cadete en pleno centro y se encontró con la repulsa de sus compañeros. La rápida respuesta de sus colegas da cuenta del clima social que se vive. Y que en otra de sus manifestaciones ha llevado a que el censo comunal fuera un fracaso.
El reclamo y repudio de amplios sectores está en marcha y semana a semana el intendente parece contribuir a que se mantenga este estado de situación. Muchos ya tienen en claro que detrás de toda esta movilización hay una lucha por una concepción de sociedad que repudia y resiste al poder autoritario y se juega por la democracia.
A comienzos de enero inició la movilización contra la gestión del intendente Juan Carlos Tierno y cada vez las manifestaciones que resisten a su política autoritaria son mayores.
Múltiples sectores autoconvocados repudian su política de orden y control y sus métodos arbitrarios de imponerlas. Todos se han levantado contra los golpes al sistema institucional y democrático que quiere imponer sin consenso el Presupuesto 2008 y un “tarifazo” del 50% sobre las tasas. Los seis concejales del Frepam, entre los que está nuestro compañero “Pepe” Di Liscia, no dieron quórum en una sesión extraordinaria y esto encendió a la sociedad. No contento, el intendente impuso el “tarifazo” mediante una resolución ilegal.
Los amparos ante la justicia que demostraron la ineptitud y arrogancia de Tierno al pretender gobernar a espaldas del Concejo Deliberante son una muestra de ese estado autoritario que intenta imponer a toda costa.
Poco después, el censo intrusivo, los avances para cerrar el Centro Municipal de Cultura, los operativos parapoliciales en las calles y sobre los comerciantes del centro, provocaron la reacción de la gente que sobrepasando las 3.000 convocados marchan todos los viernes copan la plaza San Martín y protestan hacia la Casa de Gobierno ante un gobernador impávido y cómplice de la situación de gravedad institucional que afecta a la capital de la provincia.
No se recuerda en la historia de Santa Rosa de las últimas décadas un movimiento social de estas características que marche contra el poder público. Pero esta vez, los métodos y la impronta autoritaria del intendente pudo juntar voluntades que de otra manera no se habrían reunido.
Lejos está de amainar esta protesta social. Está instalado en buena parte de la sociedad local el rechazo a los atropellos de los funcionarios públicos de Tierno. Además, aumenta la adhesión de vecinos a este rechazo, incrementando el malestar latente con la ultima facturación que trajo un aumento ilegal y abultado en las tasas.
El nivel de desarrollo en el reclamo de gran parte de la sociedad santarroseña se observa cada viernes. Desde la Casa de Gobierno intentan desactivar el malestar con negociaciones que el propio intendente y sus funcionarios destruyeron con su desmedida soberbia y autosuficiencia.
La repulsa a Tierno ha logrado sumar sectores muy heterogéneos que marchan codo a codo en las calles. Contra el autoritarismo, por la intromisión en los bolsillos y hasta por su pasado de golpeador de mujeres mientras era asesor de Gobierno en la gestión de Rubén Marín y que la policía, la justicia y los diputados del PJ ocultaron en su momento.
Sectores que se oponían por diversos motivos a Tierno fueron activados por los atropellos hacia la sociedad santarroseña y esa bronca encontró su canalización en el avance del intendente sobre las aulas del Centro Municipal de Cultura. se movilizaron artitas locales, conformando su propio foro, organizaciones políticas y sociales convergieron en la Multisectorial, los gremios alternativos no encolumnados con la peronista CGT hicieron su movida.
Varios sectores de nuestra sociedad se suman a las movilizaciones y otras actividades de repudio con un solo objetivo: parar a Tierno.
Son innumerables los aportes a la movilización. Ya sean con identificación social, política o espontáneos. Están los partidos políticos, gremios, grupos universitarios, artistas que ven en Tierno otro avance del Estado sobre sus espacios ganados con años de luchas, los motoqueros, un sector encendido por las medidas de control del tránsito, adolescentes que ven cercenados sus espacios de diversión, jóvenes anarquistas y vecinos enojados que manifiestan contra el golpe a sus bolsillos.
Estos sectores conforman un amplio espectro con una clara definición anti-Tierno a pesar de no coincidir política ni ideológicamente en muchas otras posiciones y que no tiene una dirección única. Es que su fortaleza y su punto de convergencia es: Fuera Tierno.
En las últimas semanas Tierno pareció “bajar los decibeles”, pero su falta de exposición fue sólo una ilusión: espionaje a periodistas, familiares de funcionarios ubicados en altos cargos y mentiras a la gente sobre lo que ocurre en la municipalidad son parte de un gobierno descontrolado.
El celo y poco tacto de sus funcionarios y empleados hicieron el resto como lo demostró la histérica exaltación del viceintendente Luis Martínez durante la reunión entre los concejales del PJ y el Frepam para acercar posiciones, el desmedido y arbitrario secuestro de un vehículo por el director de Tránsito Gastón Lang o hasta el inspector que quiso confiscar la moto a un cadete en pleno centro y se encontró con la repulsa de sus compañeros. La rápida respuesta de sus colegas da cuenta del clima social que se vive. Y que en otra de sus manifestaciones ha llevado a que el censo comunal fuera un fracaso.
El reclamo y repudio de amplios sectores está en marcha y semana a semana el intendente parece contribuir a que se mantenga este estado de situación. Muchos ya tienen en claro que detrás de toda esta movilización hay una lucha por una concepción de sociedad que repudia y resiste al poder autoritario y se juega por la democracia.