Desde Diciembre, se venía presintiendo que este verano iba a ser sofocante en La Pampa, y sobre todo, en Santa Rosa.
Pero nadie imaginó que se alcanzarían temperaturas tan extremas. Es que el clima pampeano está enrarecido desde el 10 de diciembre de 2007, fecha en que quienes vivíamos en libertad, éramos ciudadanos, trabajadores, estudiantes, artistas, personas00, pasamos a ser considerados delincuentes, sediciosos, tratados de subversivos, perseguidos y castigados. Sospechados de todo, corridos, maltratados.
Había llegado el mesías, el salvador, el que impondría el orden y el progreso, distinguiendo a la gente de bien de la que no lo es, imponiendo el control social.
Habíamos pensado y soñado un 2008 diferente, en el que pudiéramos festejar los 25 años de la recuperación de la democracia en Argentina, modo de vida que enarbola los principios de libertad e igualdad, que conlleva una forma de gobierno, de concepción de la política y de vivir en un estado con deberes, sí, pero también, con garantías y derechos. Y que nos resultó tan caro a los argentinos ¿O ya nos olvidamos de los 30.000 desaparecidos?
Paradójicamente, asistimos estupefactos a formas de gobierno autoritarias superadoras de las empleadas en épocas de la dictadura militar, como el gobierno de facto ejercido por el Poder Ejecutivo de la Municipalidad de Santa Rosa a espaldas e ignorando la división de poderes.
Alineado con estas formas de accionar, no podemos dejar de pensar en las políticas del gobierno provincial, bien lejos de una redistribución de los recursos más justa y equitativa, y despreocupándose por la obra pública, el salario de los trabajadores, la necesidad de viviendas, la salud, la educación.
Nada ha cambiado. Los problemas y las necesidades de las personas que viven cotidianamente en Santa Rosa y La Pampa, persisten o se han agravado (como en el caso de la obtención de la Licencia de Conducir, la necesidad de una mejor cobertura en la salud pública o los desafíos presentes de un sistema educativo en crisis).
En tanto, y a contramano de anuncios intencionados y agoreros, el FREPAM, y el Partido Socialista en él, siguen de pie y en unidad por un proyecto de vida diferente.
En ese contexto en la Provincia de La Pampa, como también en otras partes del país, el Partido Socialista da muestras claras y concretas de una forma de gobernar y de concebir una política diferente, como es el caso de los gobiernos socialistas de la provincia de Santa Fe, en las ciudad de Rosario y el flamante gobierno de Zárate. En ellas el ideario socialista se convierte en acción transformadora de gobierno, impulsando acciones basadas en la solidaridad, la igualdad y la participación, como principios rectores.