miércoles, 15 de octubre de 2008

Editorial - Una chance

Un nuevo e impensado escenario se abre en Santa Rosa después de más de dos décadas en virtud del resultado electoral del 31 de Agosto, que ha generado en la sociedad de la ciudad capital enormes expectativas.
Estas deben ser asumidas por la coalición que se ha convertido en gobierno, y de la que el Socialismo forma parte, y que debe implantar reformas profundas en el orden institucional y social, tornar visibles las promesas democráticas -aun sabiendo de todas las restricciones internas- lo que supone el desafío de construir consensos y confrontar decisivamente con los intereses que se oponen al cambio.
Como todos los comienzos de mandato se presume un periodo sin exigencias inmediatas y una elasticidad de la comunidad en las medidas menos simpáticas, como si se dijera “le damos una chance”.
Y esa “chance” debe ser muy bien aprovechada para que cimiente con sesgos de gobernabilidad la continuidad del periodo. El éxito o fracaso de sentar esa base, esta en relación a cumplir mas o menos las promesas electorales; garantizar la convivencia social, la integración de la ciudad, el respeto institucional, la transparencia en los actos de gobierno, la jerarquización laboral, calidad en los servicios públicos, desarrollo productivo local, transito seguro con reducción de accidentes, políticas preventivas para jóvenes, sacar los chicos de las calles para colocarlos en las escuelas, en el club o en actividades de contención y desarrollo de sus potenciales, etc.
La enumeración puede seguir, por que el cambio propuesto es integral, todo ello constituye una nueva forma de gobernar y sin dudas el FREPAM cuenta con todas las herramientas para hacerlo con éxito.
A pesar de eso no se esta exento de equivocarse, como ocurrió en los primeros pasos, con la integración de las áreas municipales, cuyas designaciones no expresan globalmente el frente de partidos, únicos y exclusivos responsables del destino del gobierno.
Aun así, la chance esta, es el FREPAM quien debe asumir el gobierno de los próximos tres años en Santa Rosa. Es necesario entonces que el rumbo de la ciudad lo decidamos en el consenso de los partidos que lo conformamos para lo cual, necesariamente, debe jerarquizarse la mesa política del frente para que sea el “FREPAM” quien decida el gobierno de la ciudad.